
"Dana Catrell duda de sus recuerdos y ya no confía en sí misma.
Cierra los ojos e intenta recordar qué fue lo último que le dijo a Celia, algo parecido a 'no quiero volver a verte en la vida'.
Ahora Celia está muerta, y algo se esconde entre las sombras de su memoria. Como recordar que la noche anterior discutió con su amiga... pero no si fue ella quien la mató."
Como ya dije en la anterior entrada, los capítulos están escritos desde el punto de vista de Dana y del policía que lleva el caso, Jack Moss. A pesar de que el principio me parece bastante flojo y que tiene fallos sintácticos (supongo que es cosa del traductor o traductora), la historia empieza a remontar hacia la mitad, cuando ya llevan varias líneas de investigación y tienen varios sospechosos. Además, el trastorno de Dana va haciendo acto de presencia, pero por su afán de intentar descubrir la verdad no va a ver a su doctora.
Tanto los personajes como la historia están bien construidos, los diálogos son bastante naturales, así como las situaciones y los lugares descritos. La investigación sigue un curso lógico, sin saltos repentinos e inexplicables ni pistas a medio seguir. Aunque te hacen dudar entre varios sospechosos hay un momento en el que te dejan muy claro quién ha matado a Celia.
Como pega puedo ponerle el que cuesta que te enganche. Los hechos transcurren con lentitud y hay poca interacción entre los personajes. Este libro no estará entre mis favoritos, pero tampoco me ha disgustado, así que si tenéis la oportunidad de leerlo, tampoco va a suponer un gran esfuerzo.
¡Y no tengo más lectura hasta el momento! Seguiré leyendo, pero cositas sueltas que tengo por casa que no sé si comentaré, la verdad. Ya iré viendo. ¡Buen verano!
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